Cansada de estudiar para la selectividad, Fanny mata el tiempo en las redes sociales y decide presentarse a un misterioso concurso de supervivencia. Para su sorpresa, es seleccionada junto a otros nueve adolescentes. Les cubren los ojos y los hacen subir a un furgón en el que les explican el objetivo del juego: tienen que permanecer dentro de un bosque maldito hasta que solo quede uno de ellos. Todos los “medios legales” son válidos para conseguir que los otros concursantes abandonen.
Estimados lectores:
El día de hoy les traigo la reseña del
segundo libro que leímos como parte de El club del thriller, en esta ocasión un
libro juvenil con tintes de misterio e intriga.
Fanny se mete a participar en un concurso
para participar en un reality en el que resultaría ganador la persona
que durara más tiempo en un bosque en medio de la nada, excepto con unos
celulares sin señal que solo servirían para grabar las experiencias de cada
participante.
Resulta que la seleccionan, la llevan y la dejan SIN NADA. Ah, hay unas bolsas de supervivencia en algún lado en el bosque. Oscuro. Sin ni siquiera agua o una tienda de campaña. Disculpen, pero si yo fuera Fanny ahí hubiera dicho: ME VOY. Pero como si lo hiciera, no hubiera trama, la buena Fanny siguió, aunque medio temerosa, eso sí.
Entre compañeros que se atacan y roban entre
sí, y una serie de eventos escalofriantes, Fanny se une a un grupo para tratar
de sobrevivir, o como mínimo, buscar una bengala que funcione (era su ticket de
salida del reality).
Sin contar nada más para evitar spoilers,
debo decir que algo sí hizo este autor es engancharte a la trama desde que
inicia, justo por lo que yo comentaba antes: ¿Cómo van a sobrevivir sin nada
adentro? Y Fanny no era de las chicas más rudas, sino más bien la chistosa de la
clase. Entonces el “qué pasara después” te mantiene leyendo.
Me gustó que metieran temas sobrenaturales
para incrementar el suspenso del lector, y que se mezclaran con las amenazas
reales que luego enfrentan. Todo crea un ambiente tétrico y, aunque no precisamente
de terror, ayuda a que queramos seguir leyendo.
El ritmo es rápido en los momentos adecuados, nunca decae tanto como para perder el interés; esto, en conjunto con la narración en lenguaje sencillo y sin mucha floritura, hace que sea ideal como libro para un adolescente que busca meterse al mundo de la lectura.
Ahora, la adulta que está en mí encontró
ciertas cosas bastante improbables, por no decir poco creíbles. Ejemplo: ¿en
serio los papás de unos menores de edad están de acuerdo en dejar ir a sus
hijos al bosque y sin saber dónde están exactamente?
Otro tema es que, habiendo tantos
participantes, no conocemos realmente bien a ninguno, y siendo Fanny la
personaje principal, creo que este libro hubiera quedado mucho mejor con una
narración de primera persona para poder conectar mejor con ella, porque aunque
la historia la sigue a ella, no terminamos de empatizar con ella.
Lo que sí, es que fue una lectura
interesante y que se lee muy rápido, tiene muchos giros en la trama y el final
seguramente sorprenderá a más de uno (pausa para decir que yo ya lo veía venir).
Fuera de que algunas cosas resultaron poco
realistas, es un libro que es ideal para aquellos nuevos lectores que buscan
historias emocionantes y que se leen relativamente rápido.
¿Entrarían a un reality así?
¡Hasta pronto!
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